domingo, 16 de mayo de 2010

PSICOSIS (1a Parte)

Debido a que no dejé la lectura la clase pasada y a no encontrar otra forma de hacérselas llegar, la publico aquí en dos partes para que la puedan imprimir y leer para la siguiente clase.


PSICOSIS

El término PSICOSIS es usado descriptivamente. Clínicamente remite a un síntoma o síndrome que hablan de estados psíquicos patológicos, cuadros patológicos, nosológicos.

Durante el siglo XIX la noción de PSICOSIS designaba las enfermedades mentales: la locura. Hacia finales de siglo se establecieron 2 términos opuestos: neurosis y psicosis. La primera implicaba “enfermedades de los nervios” por múltiples causas de sintomatología esencialmente psíquica; la psicosis designa afecciones que no tienen causa “nerviosa”. Algunas definiciones de psicosis son, por ejemplo, las de autores como:

LAPLANCHE, comprende toda una serie de enfermedades mentales, tanto si son manifiestamente organogenéticas (como la parálisis cerebral progresiva) como si su causa ultima es problemática (como la esquizofrenia).

Es una perturbación primaria de la relación libidinal con la realidad, lo que según la teoría psicoanalítica, constituye el denominador común de las psicosis, la mayoría de los síntomas manifiestos (especialmente el delirio) resultan ser tentativas secundarias de restauración del lazo libidinal.

RUODINESCO, quien define a la psicosis como un conjunto de enfermedades mentales, ya sean orgánicas o psicológicas; las divide en esquizofrenia, paranoia y psicosis maniaco-depresiva.

PONCE

Trastorno psiquiátrico severo caracterizado por profundas alteraciones del psiquismo. Dentro de las psicosis se describen todos los trastornos psíquicos que presentan alguna de las siguientes características: ruptura del sentido histórico-biográfico, pérdida extensible del juicio de realidad y aparición de prácticamente todos los síntomas de consideración grave en patología mental: trastornos de la vivencia del yo (despersonalización), de la percepción (alucinaciones), del pensamiento y la ideación (delirios), de la afectividad (ambivalencia) y de la conducta (retraimiento autista).

CASO

Trastornos funcionales u orgánicos del sistema nervioso de más gravedad que las neurosis, constituyen desviaciones graves de la normalidad mental, se caracterizan por profundos cambios en la personalidad, tanto en el modo de pensar como en el de razonar, juzgar y querer. Sufren transformaciones pues hay una desintegración transitoria o definitiva de la personalidad.

En la mayoría de los casos la realidad externa no es evaluada correctamente y ocurren severas alteraciones del contenido del pensamiento (alucinaciones, ideas delirantes, etc.), de la afectividad y la conducta.

MELANIE KLEIN

La psicosis es un desequilibrio del yo respecto a su exterior (realidad) e interior (fantasías), debido al predominio de profundos mecanismos de defensa de escisión que se apoderan de la conciencia del sujeto.

Y según el DSM-IV Y CIE 10, es la gravedad del deterioro funcional, interfiere en gran medida con la capacidad para responder a las demandas cotidianas de la vida.

Si comprendemos que el común denominador de la psicosis es una perturbación primaria de la relación libidinal con la realidad, entonces podremos comprender que los síntomas más manifiestos (como el delirio), se consideran tentativas secundarias de restauración del lazo objetal.

Como término específico corresponde a una ESTRUCTURA de la mente, que puede variar en los niveles de gravedad, pero que indiscutiblemente implican un desajuste significativo con la realidad.

Otra manera de habla sobre PSICOSIS es como un ESTADO, es decir, como un grupo de fenómenos o partes de la mente “normal” que según W. Bion, evitan el contacto con el dolor que produce pensar. Partiendo desde la concepción de que la mente se usa para pensar y es en ella donde las emociones se tramitan y pueden producir dolor psíquico, entonces “hay una parte psicótica de la personalidad” en toda personalidad neurótica que le impedirá pensar.

Pensar duele, pues supone reconocer fallas y equívocos, es un proceso complejo que requiere derribar las necesidades narcisistas. De manera que todos tenemos una parte en nuestra mente que podría llamársele “psicótica”.

Desde la perspectiva puramente clínica, algunos de los criterios considerados para la concepción de la PSICOSIS son:

Ø Incapacidad de adaptación social (puede incluso requerir hospitalización)

Ø Perturbación de la facultad de comunicación

Ø Falta de conciencia de enfermedad

Ø Pérdida del contacto con la realidad

Ø Carácter incompresible del origen del trastorno

Ø Alteraciones más o menos profundas e irreversibles del yo.

Nota: Los síntomas enlistados pueden presentarse en menor o mayor grado.

El punto de partida para hablar de psicosis es Freud, en 1984 con estudios de psicopatología; luego escribió el famoso caso “Schreber” en 1911, donde explica la idea de que en el delirio del paciente se rechaza el contacto con la realidad y se “inventa”, se “crea” otra.

El yo del psicótico es frágil, precario y rígido, además generalmente no es cooperativo con el tratamiento.

Se propone desde el psicoanálisis que la patología (entre ellas la psicosis), es producto de conflictos internos y hay dos principales posturas que explican el origen de la enfermedad mental:

Ø POSTURA INTERNALISTA: Se prioriza al sujeto y sus derivados constitucionales, se atiende más a las cuestiones pulsionales y lo externo es secundario. El desarrollo es consecuencia de la expresión de las pulsiones. Los autores representantes de esta postura son: Sigmund Freud y Melanie Klein. Desde esta postura se trabaja con la interpretación de la Transferencia.

Ø POSTURA AMBIENTALISTA: Los objetos externos determinarán el desarrollo del sujeto, sin importar tanto los componentes pulsionales. La idea es que hay un déficit o faltante en el desarrollo emocional y no hay nada que interpretar sin antes construir primero lo que hizo falta: un adecuado vínculo con la madre. Uno de los autores principales es Donald Winnicott, quien propone que la psicosis y otras manifestaciones patológicas se suceden por un defecto en el vínculo primario manifiesto en la personalidad y que ese faltante puede reconstruirse en el vínculo analítico.

Los mecanismos psicóticos operan desde un principio en la relación del sujeto con el exterior, donde se evidencia un claro rechazo a ésta. Aunque, Freud por su parte, no cree que la psicosis implique una total pérdida de la realidad, sino que hay 2 particularidades en el enfermo: sus cargas libidinales y yoicas se depositan en sí mismo y hay un intenso conflicto entre el ello y la realidad.

EL COMPLEJO DE EDIPO es el parteaguas de un funcionamiento neurótico o psicótico (también de la perversión). Ambas estructuras psíquicas tienen un curso parecido: topados con la frustración edípica se da pie a una de las siguientes estructuras; la realidad es frustrante para ambas situaciones y adaptarse a ella requiere de ciertas adecuaciones que en ocasiones la mente es incapaz de tolerar:

En la NEUROSIS la realidad se fantasea, se representa (en síntomas o en sueños). En esta estructura el yo reconcilia al ello con la realidad permitiendo que el primero se exprese “disfrazado”, obedeciendo a la realidad pero a cierta distancia de ella, equilibra sin que se fracture el yo y la realidad se reconstruye con REPRESENTACIONES (fantasías, sustituciones simbólicas). En la NEUROSIS el yo obedece a las exigencias de la realidad y del súper yo, REPRIMIENDO las pulsiones.

En la PSICOSIS la realidad se sustituye narcisistamente, aquí se prescinde de la realidad, se niega y se rechaza y eso provoca un derrumbamiento mental, la persona es incapaz de funcionar adecuadamente. El ello se puede expresar con más libertad pues no se somete al principio de realidad, se crea un mundo aparte que satisface sus necesidades narcisistas, se arma un delirio que contiene fantasías pero no opera como el mecanismo neurótico de “fantasear”, pues el delirio SUSTITUYE la realidad, el yo se fractura y se forma otra realidad. En la PSICOSIS se produce una ruptura entre el yo y la realidad, se deja al yo bajo el dominio del ello. Es en el delirio donde se intentará la reconstruir una nueva realidad con forme a los deseos del ello. La realidad es una fuerza y el yo no puede mediar entre ésta y el ello.

El psicoanálisis propone la siguiente clasificación sobre la PSICOSIS:




1

PARANOIA: Psicosis crónica caracterizada por un delirio más o menos sistematizado y la ausencia de la debilitación intelectual, generalmente no evolucionan al completo deterioro. Freud incluye en la paranoia uno o varios de los siguientes delirios: de persecución, erotomaniaco, de grandeza y mesiánico.

ESQUIZOFRENIA (del griego: hendir, escindir, dividir): Psicosis que contiene construcciones delirantes ricas y mal sistematizadas a base de alucinaciones y fabulaciones. Implica también un trastorno primario del pensamiento, las asociaciones pierden su cohesión, el proceso mental está desintegrado.

El síntoma fundamental es la DISOCIACIÓN, que implica un trastorno de las asociaciones que rigen el curso del pensamiento. Clínicamente sus características son:

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